
El forcado Luis Rodolfo Samperio ha cumplido ya 20 años de ejercer ésta una de las más bonitas, y también, menos comprendida actividad, en esa otra cara dentro de la Fiesta como es el arte de pegar toros.
Luis Rodolfo, mejor conocido cariñosamente como El Zeta, se inició en el grupo de forcados mexicanos vistiéndose por primera vez en una de las plazas de más tradición que existen para forcados en México como es Tezontepec de Aldama.
Luis Rodolfo fue un destacado forcado, pundonoroso cuando estuvo en las filas de los mexicanos, donde pegó arriba de una treintena de toros y recibiendo también una de las cornadas más duras que se cuentan dentro de otras, en la historia de forcados en nuestro país, el 19 de marzo de 1991, en Tula de Allende, Hidalgo, por un toro de Felipe González con 550 kilos, que había lidiado a caballo Octavio Sánchez, de tres trayectorias y en la que perdió casi dos litros de sangre en el momento de su traslado de aquella localidad, pues no pudieron atenderle al no tener los elementos suficientes, por lo que fue llevado hasta el Sanatorio Durango, en el Distrito Federal.
Hoy, Samperio es parte y fundador del grupo de forcados amadores de Hidalgo, felizmente casado, con dos hermosas hijas y un niño, realizado profesionalmente como contador, trabaja en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, y apoya, motiva y le transmite sus conocimientos a esta nueva generación de forcados paisanos suyos con los que se encuentra muy comprometido.
La semana anterior no quiso dejar pasar esta efeméride y lo celebró pegando una vaca y compartiendo el día con otros elementos del grupo así como amigos, en la plaza Ricardo Torres, de Atitalaquia, donde nació este grupo, transmitiendo algunas de sus experiencias y anécdotas acumuladas en esta trayectoria de 20 años.
Le deseamos mucha salud, que siga acumulando éxitos y que su afición sea un ejemplo para los actuales elementos así como para las futuras generaciones.
Zeta, a nombre de todos, muchas felicidades, y nuestro respeto y admiración por tu ejemplar valor, decisión y compromiso no sólo dentro sino fuera del ruedo.